Sal y pimienta
Por Santi Agirre
Cada vez queda menos para que finalice la primera fase del campeonato por parejas 2019, la liguilla de todos contra todos a doble vuelta y casi todo lo que se pronosticó el día de su presentación se está cumpliendo a rajatabla. ¿Esto que nos quiere decir? Que las sorpresas están brillando por su ausencia y en su mayoría, el transcurso del campeonato está resultando muy predecible. Así pues y visto lo visto, malas noticias para la pelota.
Los zagueros y su pegada son los que mandan e imponen su jerarquía y las de sus parejas: Zabaleta (junto a Irribarria), Albisu (con Olaizola II) y Rezusta (acompañado por Elezkano II) son los que comandan la clasificación y ha falta de un mes, o sea cuatro partidos, para alcanzar las semifinales ya saben que estarán en ellas. Nadie ha sido capaz de hacerles dudar, de ponerles en aprietos y discutir su estatus. Se dijo que eran las tres parejas favoritas y no han hecho otra cosa que cumplir todos los vaticinios. No hubiera sido malo para la competición que alguna de las tres hubiera descarrilado y estuviésemos hablando de otros pelotaris como los más destacados, nuevas ventanas y nuevos aires estarían soplando en la pelota. Es la eterna batalla del deporte profesional, siempre llaman y atraen mucho las caras nuevas, pero para que se hagan un hueco hay que derrotar a los que mandan y estos no se van a dejar pisar por las buenas. De hecho, son ellos los que siguen imponiendo su ley.
La noticia más agradable, sorpresa con matices, ha sido la pareja Artola-Mariezkurrena II. El delantero gipuzkoano ya dio en verano claros síntomas de que estaba recuperando su mejor versión y había que volver a contar con él para el Parejas, quería recuperar su sitio entre los mejores manistas tras dos años más que discretos. Ha mantenido esa frescura y descaro que le han llevado a ser la cuarta pareja del campeonato. Todo ha sido también gracias a la confirmación, está si que está siendo sorpresa y grande además, del jovencísimo Jon Mariezkurrena. Con pocos meses desde su debut en profesionales, es incluido como zaguero titular y el pelotari navarro ha demostrado que tiene golpe, sabe sufrir en los partidos y les está mirando a los ojos a todos sus rivales. El campeonato es largo y exigente, pero, al menos de momento, está dando la cara y jugando sin complejos, con confianza y es el número uno para llevarse el premio al jugador revelación de la presente edición.
Cuatro delanteros, muy laureados y de enorme prestigio, como Altuna, Bengoetxea, Ezkurdia y Urrutikoetxea están con pie y medio fuera de las semifinales: el gran campeón de Amezketa, el lll de los Altuna, está disputando su campeonato más triste y discreto desde que debutó en profesionales hace ya casi cinco años. Su progresión ha sido meteórica y siempre ha estado pegándose con los mejores por quedar lo más alto posible. Ahora parece que las fuerzas, tanto físicas como psíquicas, las tiene un tanto agotadas. Algo de descanso creo que sí que necesita para volver otra vez con fuerza y a encandilar a los pelotazales. Su zaguero, Martija, está haciendo un buen campeonato a base de mucho trabajo, pero no tiene la pegada de los grandes y este año la magia de Altuna ha aparecido con cuenta gotas.
El pícaro y ya veterano delantero de Leitza, Bengoetxea VI, está haciendo un muy meritorio torneo y nos ha regalado algunos partidos en los que ha levantado a los aficionados de sus butacas. Pero esto es el Parejas e Imaz, compañero en la zaga del navarro, es todo pundonor y entusiasmo, pero la pegada de sus rivales está suponiendo un obstáculo insalvable en muchos de los partidos en los que termina muy dominado y con poco margen a hacer casi nada que no sea llevar a buena. Muy difícil papeleta la suya.
La pareja Ezkurdia, en una forma espectacular, y Ladis Galarza no ha acabado de sumar como para ser altamente competitivos. En la mayoría de partidos han peleado hasta el final, pero les falta algo para ser temibles. Galarza está completando su primer campeonato completo y quizás en próximas ediciones rinda a más nivel, este año se está quitando fantasmas de encima, pero debe dar bastante más de si para poder aspirar a algo notable.
El bizkaino Urrutikoetxea y las lesiones de sus zagueros son ya un enigma para analizar en Cuarto Milenio. Por segundo año ha tenido que jugar con diferentes compañeros y así es complicado ir engrasando la maquinaria que deben formar dos pelotaris de nivel y además el mal comienzo de campeonato que le ha lastrado. Las manos de Aretxabaleta acaban un partido sí y otro también muy justas no dejándole disfrutar y no pudiendo dar todo lo que él sabe y lleva dentro. Literalmente es el querer y no poder, una pena.
Todavía queda por jugar lo más importante y decisivo del torneo, pero de momento sal y pimienta poca, muy poca. Mirándolo fríamente los caciques de la zaga, estando en la forma que están, hubieran mandado igual jugasen con quien jugasen, aunque sí que se esperaba más dificultades por el camino y alguna pareja podía y debía de haberles apretado bastante más.
Lo más notable, la muy buena respuesta de los aficionados que están acudiendo en buen numero a la mayoría de partidos y mención especial, un año más, al frontón Labrit donde las gradas son un espectáculo sábado tras sábado.
Mis últimas líneas las quiero dedicar a mandar un sincero abrazo a toda la familia de Miguel Gallastegi que nos dejaba hace pocos días. Tuve la enorme suerte de conocerle y compartir con él, gran leyenda de nuestro deporte, grandes momentos de charla sobre pelota. Siempre me trató con educación y cercanía, y el recuerdo que guardo es imborrable.