Primeras pinceladas de un gran cuadro
Por Santi Agirre
El campeonato por parejas en esta edición 2018-19 acaba de empezar como quien dice, llevamos un mes de competición y nadie tiene el casillero a cero en el apartado de victorias, así que todos ya saben lo que es llegar a 22 al menos una vez. Sería triste tener ya tan pronto a alguna pareja descolgada del resto de rivales.
En las tres primeras jornadas los partidos han sido todos entre parejas de la misma empresa, contra los de casa y a partir de la cuarta es cuando ya han empezado a jugar siempre una pareja de una empresa contra otra pareja de la empresa rival. La sensación general es que las duplas de Aspe están algo por encima de las de Asegarce. Solo hace falta ver quién ha ganado las últimas txapelas, en cualquiera de las tres modalidades en las últimas ediciones, para comprobar que lo que está pasando en este Parejas es la consecuencia lógica del dominio aplastante de los pelotaris de la promotora eibarresa.
De momento, cuando todavía queda tanto por jugar, algunas pinceladas sí que hemos visto, también detalles interesantes y guiños a tener en cuenta. Por ejemplo, los subcampeones del año pasado, Elezkano II- Rezusta, están cogiendo la forma con rapidez y son una pareja a tener muy en cuenta en cualquier quiniela que hable de posibles ganadores. El delantero bizkaino se encuentra con mucha confianza y termina los tantos con facilidad y descaro mientras que su zaguero vuelve, poco a poco, a ser ese martillo pilón que no baja el ritmo y manda mucho en la kantxa.
Olaizola y Albisu son, sin duda, la pareja en la que Asegarce deposita todas sus esperanzas en hacer algo grande en este campeonato. Han comenzado bien, pero Albisu debe ganar en tranquilidad y regularidad en su juego, clave para que la pareja funcione. Si al zaguero gipuzkoano le entran las dudas, probablemente ni una muy buena versión de Olaizola II pueda salvar los muebles.
Los jovencitos Artola y Mariezkurrena II han comenzado dando bonitas sorpresas y ganando sus partidos, aunque poco a poco están perdiendo algo de fuelle. El zaguero navarro hasta el momento ha respondido incluso mejor de lo que se esperaba, pero aquí la competencia es feroz y no se hacen prisioneros, todo el mundo va con el cuchillo bien afilado entre los dientes y veremos si aguantan la presión y nivel de sus rivales.
Otra pareja que repite de la edición anterior es Altuna-Martija y no acaban de arrancar. El zaguero de Etxeberri, grata sorpresa hace un año en su debut, anda con juego, mostrándose fiable e incluso soltándole con ganas a la pelota. El que anda triste y le falta recuperar su nivel de juego es Altuna III. El de Amezketa puede dar todavía mucho más de lo que está ofreciendo en este comienzo de campeonato y de ello va a depender el futuro de la pareja. Se le ve sin frescura en ataque, no le salen las cosas como en él es habitual y su cara refleja que no está disfrutando en el frontón.
El gran Zabaleta anda jugando de manera irregular y eso está provocando que no acaben de carburar tanto él como su delantero, Irribarria. Son una pareja para dar miedo. Hasta la fecha ruido sí, pero nueces pocas. Pueden y deben subir el nivel, no tienen excusa. O andan arriba en la clasificación o solo podremos hablar de fracaso.
Una pareja que lo tiene complicado y ya en el día de la presentación así se vio es la formada por Bengoetxea e Imaz. Ganas y pundonor le están poniendo todo, pero a veces con eso no basta. Da la sensación de que están un peldaño por debajo del resto pero de estos dos pelotaris se pueden esperar buenas cosas, a ver si las vemos.
El caso de Urrutikoetxea es de auténtica mala suerte, como el año pasado ya ha jugado con tres zagueros diferentes. Sabíamos que el titular, Aretxabaleta, era propenso a las lesiones, pero han llegado demasiado pronto. El de Zaratamo necesita estabilidad en la zaga para poder desarrollar su juego y todo su potencial. El inicio ha sido dubitativo, cosa lógica con tanto paso por la enfermería, ahora a ver que nos deparan las próximas semanas. Siendo sincero, hay riesgo de descarrilamiento, o sea que si se acumula alguna derrota más será complicado luego remontar.
Termino con Ezkurdia y Galarza. El reciente txapeldun dentro del Cuatro y Medio se encuentra en plenitud, en la kantxa se dedica a mandar y se hace lo que él dice. Las victorias están llegando y ya son una pareja que inspira respeto. El zaguero de Baraibar parece que ha dejado atrás antiguos miedos y fantasmas y se está dedicando a jugar a pelota, base indispensable para poder aspirar a algo. Me alegro por él y de seguir así será una de las sorpresas bonitas del campeonato.
De aquí a un mes veremos donde se encuentra cada uno pero parece que los pelotaris de Aspe van a mandar y buscarán un dificilísimo pleno en las semifinales. Mientras, en Asegarce se conjuran para dar el do de pecho y romper los pronósticos, que nadie entierre a nadie demasiado pronto. Aquí nadie es manco y cualquiera te hace un reloj.
