Julen Martija es clara demostración de un crecimiento sostenido. Desde sus primeros pelotazos en la pelota profesional, en febrero de 2016, hasta la actualidad donde es considerado uno de los zagueros más destacadas de Aspe. Pero al igual que en la música, otra de sus pasiones, su carrera ha ido “in crescendo” hasta llegar a ser un fijo en los cuadros traseros de su empresa. 

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A las pocas semanas del debut, disputó una previa del manomanista y en otoño, empezó su andadura en el Campeonato Parejas de Promoción con Errandonea, alcanzando las semifinales. Y 365 días después, ya era titular en primera. Un paso adelante en su carrera que tomó con naturalidad, de hecho, se quedó a un tanto de acceder a final. Lo mismo que en la última edición, donde a base de fiabilidad se ha convertido en un valor seguro para cualquier delantero.