La pelota le debía una txapela del Parejas a Abel Barriola, un zaguero con un historial impecable al que la dureza de esta competición le negaba un título. Por fin, en un Bzkaia abarrotado, el pelotari de Leitza ha recibido ese premio que merece su carrera, Barriola se ha impuesto con Irujo a Olaizola II y Aretxabaleta realizando un partido casi perfecto, 13-22. Se convierte así en uno de los pocos zagueros que ha logrado el título en las tres competiciones más relevantes.

La final se terminó de pintar tal y como se había diseñado el boceto. Cada pareja intentó ser firme en sus convicciones. Olaizola probó su estrategia, pocos pelotazos y a rematar en cuanto hubiese ocasión. El plan de sus rivales era distinto y terminó por ejecutarse mejor, cargar el juego sobre Aretxabaleta y romper su resistencia. La chapa amargó a Aimar en los primeros tantos con tres ganchos que se quedaron sin premio por milímetros. Irujo y Barriola, especialmente el zaguero, rompieron entonces el partido. Barriola evitó a Olaizola con profundidad y supo buscar con su ttécnica envidiable la zurda de Aretxabaleta. El joven zaguero de MArkina, debutante en esta competición, no se puso a la pelota en todo el partido, aguantó con coraje, pero nunca ejerció el dominio. Irujo se sumó a la fiesta en cuanto perdió el miedo a su izquierda. Una serie de ganchos formidables y su gran golpe de derecha abrieron un hueco insalvable para el dúo colorado, 13-22. La final pagó su deuda con Barriola, el mejor en el Bizkaia.